domingo, 21 de diciembre de 2008

"¡Que frío!": brown fat y los sentidos logarítmicos


Este no es un post como los demás, sino que se trata de un e-mail que escribí a unos cuantos amigos el 21 de diciembre del 2004, es decir, el primer día del que iba a ser mi primer invierno en Austria. Lo he recuperado (con ligeras adaptaciones y un gráfico añadido) porque el otro día me acordaba de él y pensé que era buena idea publicarlo aquí.

Sólo para evitar confusiones, aclaro que ahora no estamos a -15ºC, sino a +1.1ºC en el momento de escribir estas líneas...



Hola buenas! :)

Hoy es mi último día de curro antes de las vacaciones, y eso se nota. Sobre todo en que no tengo ningunas ganas de hacer nada. Así que voy a dedicar unos minutos a escribir sobre algo a lo vengo dando vueltas desde hace un rato. Además, como voy a pasar unos días sin escribir con tanta asiduidad, voy a dejaros mi particular regalo de Navidad en forma de ida de la pelota... :)

Esto es así que hoy hace mucho frío aquí en Salzburg. Dicen las webs del tiempo, y la radio, que ahora estamos a unos -15°.

Estos días estoy viniendo al curro en autobús (*), porque aparcar en la ciudad es un infierno con todos los mercados de Navidad y tal. Así que paso bastante más rato en la calle, entre esperar el bus en la parada, y luego ir de la parada a la oficina, a casa, etc. En fin, que me expongo al frío durante mucho más tiempo.

Bueno, pues esta mañana (en que al parecer estábamos a unos -18°) yo he salido de casa, he ido hasta la parada del bus, he esperado unos 10 minutos, luego he ido caminando hasta la oficina. Y en ningún momento he pensado "jué qué frío". Tampoco he pensado "leñe, hace mucho más frío que la semana pasada" (la semana pasada estábamos a unos -3°). De hecho, ha sido ahora hace un rato que he mirado la web del tiempo y decía Salzburg -15°. Al principio he pensado que era un error. Luego lo he mirado en otra web, y también decía -15°. Y me ha sorprendido mucho, la verdad.

Yo tengo una teoría al respecto: Hay un umbral de temperatura a partir del cual ya no se puede discriminar. Es lo mismo -5° que -15°: todo es "hace un frío de cojones". Pero luego, pensando un poco más, he recordado algo que habíamos discutido con un amigo y compañero de trabajo hace muchos muchos años: el oído humano tiene una respuesta logarítmica. Esto significa que si pintamos en el eje X la intensidad de la señal del sonido de entrada y en el eje Y la intensidad percibida, nos sale una curva aproximadamente logarítmica (**).



Entonces he pensado que igual mi teoría del umbral de frío era sólo una aproximación al hecho que la percepción del frío tiene también una respuesta logarítmica. ¿Será tal vez que todos los sentidos tienen una respuesta logarítmica? Hala, ¡que interesante! Una búsqueda rápida con el Google me lo ha confirmado: existe algo llamado Ley de Weber-Fechner, y otra un poco más general llamada Ley de Stevens que vienen a decir que sí, que todos los sentidos tienen una respuesta logarítmica.

Interesante, ¿verdad? Al menos es un tema para comentar tomando el café... :)

Pero aún hay más. Como todos sabéis, hay algunos animales que cuando hace mucho frío adoptan la táctica de la hibernación (me gusta mucho la palabra en alemán: Winterschlaf, literalmente "dormir en invierno", o "sueño invernal"). Sus organismos reducen la actividad vital al mínimo, y se preparan para guardar al máximo el calor corporal. Lo que hacen es generar una capa de la llamada brown fat, la grasa marrón.

Por lo visto, hay dos tipos de grasa (tejido adiposo) en los animales: la grasa blanca y la grasa marrón. Esta última tiene unas destacadas propiedades aislantes del frío debido a que contiene pequeñas burbujas de aire.

Bueno, pues parece ser que esto también sucede en los humanos (¡no que hibernen!, aunque no estaría mal, no... ;)). Cuando una persona está sometida a bajas temperaturas su cuerpo genera, en cuestión de pocos días, una capa de grasa marrón aislante del frío. Esta capa se concentra sobre todo en el pecho, la espalda y los hombros.

Claro, entonces ¿qué pasa cuando esta persona, con su capa de grasa marrón aislante, vuelve a casa por Navidad, a su pueblo, en el que las temperaturas son mucho más benignas? Bueno, pues lo más probable es que se muera del calor, especialmente en contraste con los "nativos", que no tienen capa de grasa marrón, o la tienen menos desarrollada. La cosa se vuelve trágica, además, porque la percepción logarítmica de la temperatura juega, en este caso, en contra de la susodicha persona... :D

Hala pues, feliz Navidad a todos, a disfrutar estéis dónde estéis, y
perdonad por este pequeño off-topic... :)

Un abrazo!
Toni :)


(*) Pasados cuatro años, sigo yendo y viniendo del trabajo en autobús, cuando no en bicicleta.

(**) Esto significa, sin entrar en detalles, que si ponemos la música el doble de alta, no la percibimos el doble de alta sino algo menos. Es decir, que la variación del estímulo no se corresponde de forma lineal con la variación de la percepción, sino que dicha correspondencia es logarítmica.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Schiachperchten

Schiachperchten

domingo, 7 de diciembre de 2008

Diagnóstico

- A ver, diga treinta y tres.
- Treinta y tres
- ¿Treinta y tres? Parece Vd. más joven...

martes, 25 de noviembre de 2008

Swing up!

sábado, 15 de noviembre de 2008

Through wars of worlds / invaded by Mars

Hace unas semanas, el pasado 30 de octubre, se cumplió el septuagésimo aniversario de la famosa retransmisión radiofónica de "La Guerra de los Mundos" de H.G. Wells.

Además de catapultar a un joven Orson Welles a la fama, se cuenta que durante los casi 59 minutos de retransmisión, muchas centralitas telefónicas de la policía y redacciones de noticias fueron bloqueadas por las llamadas aterrorizadas de la población, que creyó de veras que los marcianos habían iniciado la invasión de la Tierra después del aterrizaje de una cápsula en Grover's Mill, Nueva Jersey. También suele hablarse de gente huyendo de sus casas, presa del pánico. A pesar de que la atmósfera de tensión y ansiedad que precedió a la Segunda Guerra Mundial pudo tener parte de culpa en estas reacciones, parece ser que los informes de pánicos en masa fueron intencionadamente exagerados por la prensa, en una época en que los medios escritos temían por su existencia ante la novedad e inmediatez de la radio, un nuevo medio por aquel entonces.

Sea como fuere, este suceso es a menudo puesto como ejemplo de la credulidad e inocencia de la población estadounidense. No pocas veces se acompaña el relato de una sonrisa de suficiencia, como diciendo: "Ya se sabe, estos americanos...". La misma sonrisa que aflora a los labios del europeo cuando lee "Employees must wash hands before returning to work" ("Los empleados deben lavarse las manos antes de volver al trabajo") en los lavabos de cualquier lugar en el que se sirva comida. O también al responder el famoso cuestionario en el formulario de inmigración I-94W en el que, tras preguntas del estilo "Do you belong to a terrorist organization?" ("¿Pertenece usted a una organización terrorista?"), se nos advierte que un en cualquiera de ellas podría suponer la denegación de nuestro visado de entrada al país. Sonrisas de suficiencia que afloran porque creemos ver en todas partes el reflejo de una sociedad idiotizada, a la que en todo momento hay que explicar con todo lujo de detalle lo que hay que hacer en cada situación, como a niños pequeños.

Napkins

Uno de los factores que te hacen sentir mal cuando vives en el extranjero, cuando debes desarrollar tu vida en una sociedad distinta, es la falta de referencias culturales, aquellos millones de pequeños detalles, de guiños, de procedimientos, de convenciones, que un aborigen sabe sin ser consciente de ello pero que pueden convertirse para ti en un grave obstáculo. A menudo te asalta esa desagradable sensación de que te estás perdiendo algo, de que hay algo que todos saben y que tú ignoras. Algo que convierte en granos de arena para el nativo lo que para ti son montañas.

Ya he hablado antes sobre los marcos de referencia y su fragilidad, y de cómo se adaptan a la nueva situación sin apenas darnos cuenta. Pero también soy consciente que jamás llegarás a quitarte del todo de encima esta desagradable sensación de "me estoy perdiendo algo", por muchos años que pases fuera. Considero que, para el inmigrante, la falta de las referencias culturales de la población que lo adopta es uno de los problemas más graves que debe afrontar. Por eso, cualquier ayuda es más que bienvenida, y tener a alguien que te explica como funcionan las cosas, sin dar por sentado ningún conocimiento previo, sin dar por supuesto un marco de referencia común, es una bendición.

Los Estados Unidos, y Norteamérica en general, son tierra de inmigrantes: apenas una pequeña fracción de la población actual no tiene ningún antepasado que naciera fuera de sus fronteras. Tal vez es por eso que las reglas deben quedar muy muy claras. Tal vez es por eso que hay que formularlo todo sin dejar margen a una posible interpretación errónea. Tal vez sea la necesidad de congeniar muchos marcos de referencia distintos, y no una sociedad idiotizada, lo que hace que parezcan niños pequeños a los que hay que explicar todo. En una tierra de inmigrantes en la que cada uno tiene sus particulares sesgos, sus matices culturales, la definición acurada de unas reglas del juego que no dejen lugar a equívoco, es una necesidad.

Inmigración

Este verano tuve la ocasión de visitar, en un corto espacio de tiempo, las ciudades de Nueva York y París. Y es curioso, porque en Nueva York no tuve en ningún momento la sensación de no saber qué tenía que hacer, hacia dónde ir para recoger mi maleta o dónde tenía que esperar mi turno en cualquier cola o qué me iba a encontrar al final de ella. Una interesante sensación de comodidad, de que el camino para adaptarse a la sociedad ha sido apisonado a conciencia. Unos días más tarde, al llegar a París, otra vez en la Vieja Europa, además de necesitar varios segundos para saber dónde estaba mi maleta, me asaltó muy a menudo la sensación de "Merde!, me vuelvo a estar perdiendo algo".

martes, 11 de noviembre de 2008

Martinigansl

Birds

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Favonius en acción

Esta mañana he salido de casa a las siete menos cuarto equipado, como cada día desde hace ya unas semanas, con una bufanda. Y me ha dado la bienvenida una auténtica bofetada de calor que me ha hecho desprenderme de ella a los pocos pasos. A esas horas debíamos estar ya a unos 18ºC. ¿Cómo es posible? ¿Será que ahora con Obama en noviembre dejará de hacer frío? ;)

Pues no. Se trata del Alpenföhn, un efecto peculiar producido por los Alpes. Cuando una masa de aire se ve obligada a ascender para salvar una cordillera, el agua se condensa y cae en forma de lluvia en la ladera de barlovento. Al superar la cima, el aire "cae", prácticamente perdida toda la humedad, y aumenta la temperatura de forma más que considerable, pudiendo producir oscilaciones de hasta 30ºC en el valle situado a sotavento.


(Imagen obtenida de Wikimedia Commons)

El nombre Föhn proviene del dios romano Favonius, personificación del viento del Oeste. Luego pasó por el retorrománico favuogn y fuogn hasta llegar al alemán moderno como Föhn. Curiosamente, a un secador de pelo se le llama Fön así, sin "h". Según leo, el nombre fue registrado por la casa AEG en los años 20.

El Föhn se asocia a menudo con migrañas y psicosis. Un estudio de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich sostiene que suicidios y accidentes aumentan en un 10% los días de Föhn. De hecho, existe la palabra Föhnkrankheit (literalmente, enfermedad del Föhn) que, en numerosas ocasiones, nos puede servir de excusa perfecta para justificar un bajo rendimiento en el trabajo, un apetito desmesurado, o simplemente una apatía generalizada.

Por cierto, que en España también hay vientos Föhn: el viento del sur o surada en Cantabria, el fogony en el Pirineo de Lleida o el cierzo en el de Huesca, o el terral en Málaga, entre otros.

Bueno, voy a dejarlo, porque hoy, con el Föhn, pues ya se sabe...

lunes, 3 de noviembre de 2008

Bandera

Sombra

viernes, 24 de octubre de 2008

Los días se acortan...

... noviembre está a las puertas y ya he hecho por última vez este año el camino a la oficina en bicicleta ...

Untersberg

... el Sol surca el cielo cada vez más bajo, largas sombras y maravillosa luz de puesta de sol durante todo el dia ...

Festung

... y el Frío y la Oscuridad se preparan para cubrir el hemisferio norte durante los próximos meses. Extrañas esculturas orgánicas se pasean por la ciudad durante la noche ...

DarknessCreature

lunes, 20 de octubre de 2008

La calle del español negro

Este fin de semana hemos estado en Viena, y una de las cosas que me llamaron la atención fue descubrir que hay una calle llamada Schwarzspanierstrasse (lit. calle del español negro).


Ver mapa más grande

Pues bien, un par de preguntas a San Google nos permiten descubrir que los susodichos españoles negros no fueron otros que los monjes benedictinos de la abadía de Montserrat, que construyeron en el siglo XVI en aquella zona un convento cuya iglesia también se conoce como Schwarzspanierkirche. Parece ser que los benedictinos de Montserrat llevaban hábitos de color negro, en contraposición a otras ordenes monásticas españolas presentes en Viena, que los llevaban blancos. De ahí el nombre.

La original Schwarzspanierkirche fue destruida durante el asedio otomano de 1683. Luego fue reconstruida en estilo barroco, para perder más tarde el campanario por el fuerte impacto de un rayo en 1755. Abandonada por los benedictinos en 1780, el emperador José II toleró su saqueo y ordenó su reconversión en almacén militar. Luego fue reutilizada como templo protestante por el ejército (durante este tiempo se la conocía como Garnisonkirche, la iglesia de la guarnición) y a partir de la anexión de Austria por parte de la Alemania nazi fue restaurada e incluso alojó una importante pintura del nuremburgués Joachim von Sandrart. Los bombardeos aliados de 1944 la destruyeron prácticamente entera y jamás fue reconstruida. Hoy en día puede verse la restaurada fachada principal.

lunes, 6 de octubre de 2008

Ideas fijas

Debo hacer una confesión: estoy enfermo.

Todo comenzó hace unos tres años, cuando adoptamos nuestra primera cámara réflex digital. La característica más interesante de este tipo de cámara es que los objetivos son intercambiables. Al principio estaba muy contento con el objetivo del kit, pero al cabo de un año le siguió un teleobjetivo de rango medio, para ver las cosas más de cerca.

Durante nuestras vacaciones neoyorquinas no pude resistir la tentación de hacer una visita a B&H, una especie de nave nodriza para todos los fotógrafos, aficionados o profesionales. Además de algunos accesorios fotográficos, básicamente parasoles (¡porque el tamaño importa! :D), filtros y tarjetas de memoria, adopté un objetivo de focal fija de 50mm, que terminó por confirmar mi enfermedad: estoy obsesionado con las lentes y los accesorios fotográficos.

Lenses #1

Hay unas cuantas características interesantes de los objetivos de distancia focal fija. En primer lugar, suelen tener mucho mejores cualidades ópticas que los objetivos zoom (esto es, de distancia focal variable). La razón es muy sencilla: el diseñador de un objetivo zoom debe encontrar un difícil compromiso para proporcionar unas cualidades ópticas aceptables en todo el rango focal. Por el contrario, un objetivo de foco fijo puede ser optimizado para su distancia focal de forma que la calidad de la imagen obtenida sea excelente.

Además, el sistema de lentes que conforman un objetivo de focal fija es increíblemente simple y elegante, y funciona a la perfección. Siempre me he sentido fascinado por sistemas que, como la transmisión de una bicicleta, son tan sencillos que basta una mirada para comprender su funcionamiento y aun así son insuperables en eficiencia energética. Gracias a este sistema de lentes tan sencillo, los objetivos fijos suelen ser muy rápidos, es decir, dejan pasar mucha luz en un corto espacio de tiempo, lo cual los hace especialmente interesantes para fotografía nocturna, y también permiten alcanzar milimétricas profundidades de campo.

Lenses #2 Lenses #3

Pero en mi opinión, lo mejor de un objetivo de focal fija es que no tiene zoom. Que no se me malinterprete, los zooms son algo grande y para ciertos propósitos absolutamente indispensables, pero en mi opinión también nos vuelven algo vagos. ¿Para qué voy a acercarme al sujeto si con un simple giro del anillo puedo conseguir un efecto parecido (que no igual)? Por el contrario, estar atado a una distancia focal fija significa tener que forzar nuestra creatividad fotográfica, porque debemos caminar hacia adelante o hacia atrás para conseguir ese encuadre perfecto o para aplicar la regla de los tercios.

Al principio me sentía raro y mis dedos intentaron a menudo girar el inexistente anillo del zoom al utilizar el objetivo de 50mm. Pero me acostumbré bastante rápido a él, y he aprendido a usarlo y a quererlo. Y me siento a gusto con él, porque tengo la impresión de estar haciendo fotografía de verdad, en serio, es un volver a los orígenes, a antaño, cuando no había digital, ni espejo réflex, ni tarjetas de memoria, ni conexiones USB, y había que esperar como mínimo una hora para ver los resultados de tus experimentos, no había histogramas, ni modos automáticos, ni autofocus, ni GIMP.

Prime

Un objetivo de focal fija es la herramienta adecuada para esta época del año, cuando la clorofila se retira para dejar paso a maravillosos pigmentos ocres, amarillos, naranjas y rojos, que han estado esperando pacientemente durante todo el verano para hacer ahora su triunfal entrada.

¡Hasta pronto Sra Clorofila! ¡Bienvenidos Sr Caroteno y Sra Xantófila!

sábado, 4 de octubre de 2008

Impronunciable

Parece ser que cuando Austria ingresó en la Unión Europea, allá por 1995, intentó (en vano) que se reconociera al dialecto austríaco como idioma independiente del alemán. Los expertos de la UE replicaron que, a excepción de unos cuantos términos propios, en su gran mayoría relacionados con la cocina, no había suficientes diferencias entre el austríaco y el alemán como para considerarlos lenguas independientes.

Uno de estos términos diferentes es mi palabra favorita de hoy. Se llama Zwetschken a una subvariedad de ciruelas (Prunus domestica domestica), algo ácidas al paladar, que ahora están en temporada. La palabra alemana para las ciruelas en general es Pflaume, pero en Austria se les llama a todas, en general, Zwetschke.

Zwetschken

¿Y qué es lo interesante de esta palabra? Si contamos el número de vocales y de consonantes en Zwetschken (ciruelas, en plural), obtenemos un sobrado 8:2 para las consonantes. Una pesadilla para el sistema vocálico de cualquier hablante de una lengua romance, vaya. Adaptado a la pronunciación española debería sonar algo así como "tsbechquen"...

Hace muchos muchos años, paseando por Viena durante un frío mes de octubre con un antiguo compañero de trabajo, nos dimos cuenta que el frío nos adormecía los labios y la lengua, y que se nos hacía difícil articular las palabras sin que sonaran raras, como si acabáramos de salir del dentista y la anestesia aún estuviera haciendo sus efectos. Y ahí elucubramos una teoría: los idiomas de climas fríos deben tender a ser más guturales que articulados, puesto que un sonido gutural resulta más fácil de pronunciar en un ambiente frío. Por contra, los idiomas originarios de latitudes de clima más benigno se pueden permitir una articulación más rica.

¿Será cierto? No lo sé, pero hay palabras que seguirán siendo un reto por mucho tiempo...

domingo, 28 de septiembre de 2008

Rache des Papstes

Los rayos del sol, caprichosos, dibujan una cruz al reflejarse en la cúpula de la Fernsehturm de Berlin, joya de la corona del gobierno de la antigua República Democrática Alemana. En clara contradicción con los principios profundamente ateos del estado socialista, el agudo sentido del humor de los berlineses rápidamente bautizó este curioso efecto como „Rache des Papstes“ (la venganza del Papa).

Berliner Fernsehturm

Se dice que la temible Stasi interrogó largamente al arquitecto de la torre para asegurarse que no había planeado el reflejo a propósito. También se dice que uno de los miembros del Gobierno finalizó las discusiones sobre el tema con las palabras „Das ist kein Kreuz, sondern ein Plus für den Sozialismus!“ ("¡No es una cruz, sino un punto positivo para el Socialismo!")

En cualquier caso, la elegante silueta de la Fernsehturm, con cruz o sin ella, es una vista que siempre me alegra, porque significa que estoy en Berlin, una de las ciudades en que podría vivir.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Americanos... os saludamos con alegría...

Durante el vuelo hacia los Estados Unidos, Lufthansa ofrece algunos consejos sobre cómo rellenar el formulario de inmigración
I-94W. Entre otros, se recomienda tratar de escribir los números en la forma usual en Norteamérica (y no a la europea) para evitar posibles malinterpretaciones por parte de los oficiales de inmigración.

The American Way

A pesar de las muchísimas similaridades que saltan a la vista, en especial cuando se compara la costa nordeste y Centroeuropa, hay también unas cuantas cosas que se hacen de forma distinta a cada lado del Atlántico.

Una de las diferencias que más me llamaron la atención es que los norteamericanos hablan. Y mucho. No importa si te conocen o no. Ya sea entablar una conversación con el vecino de mesa que habla raro, u ofrecerse voluntariosos a indicarnos el camino tan pronto tengamos un plano en la mano y miremos alrededor con cara dudosa, o preguntarte sobre tu país de origen, o simplemente enterarse de cuál es tu historia. Se dice que si le pides la hora a un norteamericano ya habrás hecho un nuevo amigo. Y parece ser verdad. No sólo en encantadores pueblecitos en el corazón de parques nacionales sino también en la gran ciudad.

Brooklyn Brewery

Esta característica norteamericana puede resultar algo sorprendente e incómoda para los habitantes del Viejo Continente, donde cada uno tiende a ocuparse de sus propios asuntos, va con cara de perro por la calle y no le importan un pimiento los prójimos a su alrededor. Al principio nos sentimos algo extraños ante los indiscutibles reyes del small talk, pero en seguida reconocimos las ventajas de darle conversación a la gente. Porque gracias a perfectos extraños con ganas de hablarnos estuvimos en lugares que jamás hubiéramos descubierto.

Williamsburg walks

Creo que lo interesante de esta actitud es que suele terminar en win-win situations, en las que ambas partes obtienen algún tipo de beneficio. E incluso una simple conversación amigable, aun cuando no brinde oportunidad alguna para nadie, es también una agradable experiencia. De cualquier modo, esta forma de acercarse a las relaciones sociales permite a los norteamericanos estar siempre abiertos a nuevas oportunidades, a beneficios inesperados, practicando activamente el llamado networking, cuyo principio radica en poner en contacto entre sí a tus conocidos, porque tal vez puedan tener algún interés mutuo, sea cual sea la razón. De esta forma, ponemos el enorme poder de los crecimientos exponenciales de nuestro lado.

Una semana antes de viajar a los Estados Unidos estaba haciendo cola para sacarme la licencia de conducir internacional en el ÖAMTC (la asociación austríaca de automobilistas) de Salzburgo. Una señora mayor delante mío estaba pidiendo información de carreteras para planificar sus vacaciones de verano, y escuché sin querer que estaba preguntando por destinaciones en la costa entre Barcelona y Tarragona. Sonreí para mis adentros y esperé mi turno. Cuando más tarde salí con mi flamante licencia internacional, la señora aún estaba en el aparcamiento, inspeccionando todo el material que había obtenido, y estuve sopesando si acercarme a ella y decirle que soy de Tarragona y viví muchos años en Barcelona y ofrecerle algunos consejos y responder a todas las preguntas que quisiera hacerme. Pero, ¿sabes?, soy bastante tímido y no me siento cómodo entrándole a un extraño en plena calle, así que monté en la bici y me fui sin decirle nada.

Ruhe

Y casi inmediatamente lamenté no haberle dicho nada, porque nada hubiera perdido, ella habría obtenido información de primerísima mano sobre la región y, ¿quién sabe?, tal vez yo también hubiera obtenido algo, aunque fuera tan sólo la satisfacción de haber ayudado a alguien. Pero no.

¿Quizá la próxima vez?

domingo, 21 de septiembre de 2008

3x

3x

domingo, 7 de septiembre de 2008

Bajo el mar

Hay un pequeño país en la Micronesia que me es especialmente cercano. El archipiélago de Palau cuenta con 8 islas grandes más unas 250 menores, cerca de veinte mil habitantes y una altura máxima sobre el nivel del mar que no supera los 250 metros.


(Foto de lonely planet images)

No es difícil imaginar la angustia de sus habitantes (y también de la mayoría de isleños del mundo) cuando se habla del deshielo de los casquetes polares y la consiguiente subida del nivel del mar. Muchos países, como Palau, verán dramáticamente afectadas sus líneas de costa. Otras naciones simplemente dejarán de existir.

Es por esto que una alianza de pequeñas islas quiere pedir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que se comience a plantear el cambio climático como lo que es: una amenaza para la seguridad de la Humanidad. Avaaz, una asociación internacional sin ánimo de lucro, recoge firmas para dar apoyo a esta singular petición. Tal vez no sirva de gran cosa, pero creo firmemente que el primer paso para la solución de un problema, tal vez el más importante, es tomar conciencia de que tenemos un problema.


(Foto de woody1778a)

Hace muchos años mi padre recibió una oferta por correo para adquirir uns edición especial de los sellos de la República de Palau, que se ofrecieron en todo el mundo a aquellos que llevaban dicho apellido. En aquella ocasión mi padre no aceptó la oferta, aunque luego siempre lamentó el no haberlo hecho.

Yo siempre pensé que tal vez algún día yo también recibiría una oferta semejante. Espero que no sea demasiado tarde para Palau y para todas las islas amenazadas de nuestro planeta.

sábado, 23 de agosto de 2008

Semáforos

Es curioso como cada uno tiene sus mitos y fetiches. Para muchos y muchas son los zapatos femeninos, para otros los musicales de Broadway, e incluso los hay que tienen debilidad por las cajitas de música o por los souvenirs en bolitas transparentes en las que mil puntitos centelleantes simulan la nieve...

En mi caso, me encanta tomar fotografías de semáforos.



TGN01



¿Es grave, doctor?

PAR01

sábado, 16 de agosto de 2008

Gotham City

Se dice que cuando en Nueva York son las tres de la tarde, en Europa son las nueve de la noche de diez años antes.

A pesar de lo relativamente corto de su historia como ciudad occidental (los holandeses fundaron Nueva Amsterdam en la punta sur de la isla de Manhattan en 1624), uno se lleva la impresión de estar en un lugar donde han sucedido, y siguen sucediendo, hechos muy importantes. Es como si ahí la Historia, para compensar un arranque tardío, transcurriera a una velocidad vertiginosa.

Cab 01

Tal vez sea por eso que los neoyorquinos viven deprisa: la gente habla deprisa, come deprisa, los taxistas conducen deprisa, los peatones caminan deprisa, las personas ríen deprisa e imagino que también sueñan deprisa. O quizá sean justamente ellos quienes aceleran el paso del reloj con su incorregible cruzar los semáforos en rojo y sus incansables sinfonías de claxon.

Bus Cab 02

Cab 03

Nueva York tiene alma, a pesar de las múltiples y sorprendentemente contradictorias identidades que posee, que se metamorfosean una en otra en cuestión de pocos pasos, en ocasiones incluso cuestión de cruzar a la acera opuesta. Aunque esto no es nada nuevo: los que visitaban el asentamiento holandés en el siglo XVII se maravillaban del hecho que dieciocho lenguajes distintos fueran hablados en sus calles en una época en que la población no superaba el millar de habitantes. Y a pesar de esta disparidad de aspectos, Nueva York tiene un alma joven y fuerte. Sólo hace falta quedarnos quietos en medio de la calle, en medio del bullicio, y cerrar los ojos para sentir su potente latido bajo nuestros pies.

Blumenthal Chrysler
SoHo LowerEastSide

Nueva York transmite una curiosa familiaridad en todas sus caras, en las imágenes. Jamás has estado ahí, pero mires adónde mires, un icono conocido se imprime en tu retina, un fotograma de aquella película que tal vez no consigas recordar, o la fotografía que quizá jamás existió, pero que el subconsciente colectivo ha digerido después de décadas de exportaciones audiovisuales.

ESB Icon 01
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Al cruzar el portal y salir a la calle, te enfrentas a la decisión más difícil del día: ¿dirigimos nuestros pasos hacia la izquierda (hacia el sur, downtown) o hacia la derecha (hacia el norte, uptown)? Aunque en realidad tanto da, porque Nueva York no nos va a defraudar en ninguna dirección.

Metropolis 02

Se dice que los editores de comics daban instrucciones a los nuevos dibujantes y guionistas para ayudarlos con las localizaciones de sus historietas. Metrópolis, la ciudad de Superman, es el Midtown de Manhattan en un mediodía soleado. Gotham, la ciudad de Batman, es el Downtown en una noche lluviosa. Y Harlem es Harlem, claro. Pudimos caminar hasta destrozarnos los pies por Metrópolis, pero no logramos llegar a Gotham. La única vez que llovió estábamos en Harlem.

domingo, 3 de agosto de 2008

La ciudad en mayúsculas

Acabamos de volver de la ciudad con mayúsculas, la ciudad que todas las demás ciudades desearían ser.

Cuenta Enric González en sus Historias de Nueva York que para sobrevivir en la Gran Manzana hay que tener suerte.

Cuando llegamos al apartamento en el que hemos estado esta última semana, Chris, el propietario (personaje que por cierto podría perfectamente tener un papel en una novela de Paul Auster) nos deseó Good luck!

Y en ese momento supe, aunque no me atreviera a decirlo en voz alta, que todo iría bien, que íbamos a comenzar a añorar esa ciudad tan pronto como tomáramos el tren de vuelta hacia el aeropuerto. Y así ha sido.

nyc - seagull

Llevo más de 28 horas sin dormir. Está claro que lo de dormir en los aviones no está hecho para mí. A ver si mañana soy un poco más persona y aparezco por aquí de nuevo. Hasta entonces, ¡buena suerte!

sábado, 2 de agosto de 2008

Contraluz

windsurf

miércoles, 30 de julio de 2008

Sin vino

copes

domingo, 27 de julio de 2008

Arco

arquer