Schadenfreude
Campeones... Campeones... Oé!, oé!, oé!
Sí, amigos, España ganó la Eurocopa ayer. A mí no me gusta el fútbol, pero sí me gusta la justicia, y (he oído que) la selección ha estado jugando muy bien durante todo el torneo y que mereció la victoria. ¡Enhorabuena!
Me gustaría remarcar tres hechos que he observado:
(i) dos conceptos bien distintos son mezclados fuera de nuestras fronteras. Olé es una exclamación que se dedica a los toreros cuando éstos realizan una figura con especial gracia. El grito de ánimo a un equipo de fútbol es, por contra, Oéééé!, oé!, oé!, oé!. Ambas cosas son desgraciadamente empanadas en el extranjero para convertirse en un Oléééé!, olé!, olé!, olé! totalmente fuera de lugar.
(ii) resulta interesante cómo el triunfo de la selección nacional es inmediatamente transferido a todos los nacionales de ese país, como si todos hubieran estado ahí dándole al balón. A pesar que mi contribución al triunfo de la "Roja" fue nulo, hoy he sido felicitado en más de diez ocasiones. Los ganadores son, como decía Paco hace unos días, populares.
(iii) aún más interesante resulta observar la alegría que el triunfo español ha producido en los austríacos. Y sospecho que no se trata solamente de una especial simaptía por España, sino también, principalmente, de quién fue la derrotada de la noche. Algo de Schadenfreude (mi palabra favorita de hoy) sí se respiraba en el concierto de claxon de anoche... ;)