domingo, 7 de septiembre de 2008

Bajo el mar

Hay un pequeño país en la Micronesia que me es especialmente cercano. El archipiélago de Palau cuenta con 8 islas grandes más unas 250 menores, cerca de veinte mil habitantes y una altura máxima sobre el nivel del mar que no supera los 250 metros.


(Foto de lonely planet images)

No es difícil imaginar la angustia de sus habitantes (y también de la mayoría de isleños del mundo) cuando se habla del deshielo de los casquetes polares y la consiguiente subida del nivel del mar. Muchos países, como Palau, verán dramáticamente afectadas sus líneas de costa. Otras naciones simplemente dejarán de existir.

Es por esto que una alianza de pequeñas islas quiere pedir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que se comience a plantear el cambio climático como lo que es: una amenaza para la seguridad de la Humanidad. Avaaz, una asociación internacional sin ánimo de lucro, recoge firmas para dar apoyo a esta singular petición. Tal vez no sirva de gran cosa, pero creo firmemente que el primer paso para la solución de un problema, tal vez el más importante, es tomar conciencia de que tenemos un problema.


(Foto de woody1778a)

Hace muchos años mi padre recibió una oferta por correo para adquirir uns edición especial de los sellos de la República de Palau, que se ofrecieron en todo el mundo a aquellos que llevaban dicho apellido. En aquella ocasión mi padre no aceptó la oferta, aunque luego siempre lamentó el no haberlo hecho.

Yo siempre pensé que tal vez algún día yo también recibiría una oferta semejante. Espero que no sea demasiado tarde para Palau y para todas las islas amenazadas de nuestro planeta.

2 comentarios:

Paco Bernal dijo...

Estimado Sr. Palau (hoy, por doble motivo): a veces, uno tiene la sensación de estar subido en el Titanic. La orquesta sigue tocando mientras el barco se hunde y nadie toma medidas no ya contudentes, sino simplemente inteligentes.
Un abrazo.

tonicito dijo...

paco, es verdad, ¡cuánta razón tienes! De todos modos, yo pertenezco a una generación que se crió con el Capità Enciam en la tele, y creo en verdad que los pequeños cambios son poderosos. Es decir, que nuestra esperanza es la suma de muchos pequeños cambios hechos a nivel individual. A ver qué pasa.
¡Un abrazo!
T.