Pennsylvania
En noviembre del año pasado íbamos paseando por la calle 34 de Manhattan, poco después de haber realizado nuestra segunda contribución económica a la reconstrucción del Templo de Salomón. Era el día de Acción de Gracias y, con las calles y avenidas aún cortadas al tráfico por el desfile de Macy's, el espectáculo era realmente singular, por unos pocos minutos los peatones recuperando el espacio que durante todo el año pertenece exclusivamente a los conductores.
Al llegar a la Séptima Avenida, miré hacia el sur y vi cuatro banderas al contraluz del sol y, sin pensarlo dos veces, estrené el objetivo de 50mm (por tercera vez, por cierto...). Me gusta la foto porque el fondo relativamente oscuro hace contrastar aún más las banderas iluminadas por el sol desde atrás. El mismo efecto se produce a menudo en el bosque, cuando el sol ilumina las hojas de los árboles de forma que parecen emitir luz propia.
Las cuatro banderas pertenecen, como puede verse, al Hotel Pennsylvania. Mucho más tarde me enteré de que, sin tener ni idea, le había tomando una foto a uno de los muchos monumentos anónimos que pueblan la ciudad de Nueva York.
El Café Rouge del Hotel Pennsylvania acogió numerosas actuaciones en directo de las más famosas Big Band de los años 40 y 50, como los Dorsey Brothers, Count Basie, Duke Ellington y la Glenn Miller Orchestra.
El Hotel Pennsylvania también presume de poseer el número de teléfono más antiguo de la ciudad de Nueva York aún en uso: el +1 (212) 736-5000, que marcado desde la ciudad se limita a 736-5000 o, utilizando el código de letras habitual en los Estados Unidos, 7=P y 3=E, el PE-6-5000, por PEnnsylvania-6-5000. Ahí es justamente donde Finegan, Grey y Sigman se inspiraron para la famosa canción, que popularizaron las Andrews Sisters y el mismo Glenn Miller.
Hace poco he leído que el Hotel Pennsylvania tiene los días contados: parece que sus propietarios, la compañía inmobiliaria Vornado, quieren demoler el edificio, que tiene poco más de 20 plantas, para construir un bloque de oficinas de 67 pisos. Está claro que en el centro de Manhattan ni siquiera los monumentos están a salvo de la voracidad del mercado inmobiliario...
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