miércoles, 6 de mayo de 2009

1993 - 2009

Ya no volverás a esperar a que todos nos hayamos sentado a la mesa a comer para querer salir a la terraza.

Ya no volverás a quedarte dormida en posiciones imposibles.

Ya no volverás a seguir en la distancia a quien está barriendo la casa para comprobar que lo hace bien.

Ya no volverás a levantar la cabeza y a cerrar los ojos cuando te rasco bajo la barbilla.

Ya no volverás a perseguirme los pies cuando voy en zapatillas.

Ya no volverás a correr en círculos por la casa en tus cinco minutos diarios de locura, del comedor a la terraza, a la habitación, al pasillo, al comedor...

Ya no volverás a llamar desde la puerta a quien acaba de salir a bajar la basura.

Ya no volverás a mostrarnos esa mirada socarrona en tus ojos amarillos, como si ya estuvieras de vuelta de todo.

Grisona01

Ya no volverás a pedir que alguien te abra el grifo del lavabo para beber agua.

Ya no volverás a lamernos las puntas de los dedos con tu lengua, rasposa y suave a la vez.

Ya no volverás a recibirnos con maullidos de protesta cuando volvemos a casa después de dejarte sola uno o dos días.

Ya no volverás a restregar tu cabeza por mis rodillas cuando me agacho para saludarte, reconociéndome cada vez que vuelvo a casa y marcándome una vez más como tu propiedad.

Ya no volverás a soltar bufidos amenazantes a los invitados que intentan hacerte fiestas y acariciarte el lomo.

Ya no volverás a esconder las patitas bajo tu cuerpo cuando tienes frío.

Ya no volverás a adivinar la intención de mi madre ni correrás a esconderte bajo la cama antes de que te meta en la bañera.

Ya no volverás a meterte dentro de las bolsas de papel ni a asustarte de las de plástico.

Grisona03

Ya no volverás a pedirnos comida, discreta, dándonos con la patita blanda en el brazo mientras estamos comiendo.

Ya no volverás a salir a inspeccionar el rellano, la parte más misteriosa de tu mundo de cuatro paredes.

Ya no volverás a tenernos a todos en vilo paseándote tranquilamente por la barandilla del balcón.

Ya no volverás a caerte al patio de luces desde el tercer piso para hacerte sólo un rasguño en el morrillo.

Ya no volverás a dejar finísimos pelos de color gris en toda nuestra ropa.

Ya no volverás a liar una auténtica batalla campal cada vez que te llevamos al veterinario o cuando éste viene a casa.

Ya no volverás a quedarte dormida encima de nuestras chaquetas justo cuando tenemos que salir de casa.

Ya no volverás a preocuparnos a todos con los achaques de la edad y la mala salud de tus riñones.

Grisona02

Ya no volveré a maravillarme de la suavidad de tu pelo al acariciarte ni me volverás a responder con tu ronroneo agradecido.


La próxima vez que baje a mi casa, a Tarragona, sé que mi corazón esperará encontrarte en cualquier rincón, pero ya no volveré a verte.

Duerme, duerme para siempre, pequeña Grisona. Vuelve a la tierra y sigue brillando en nuestro recuerdo.

12 comentarios:

The Intercultural Kitchen dijo...

Vaya, lo siento. Has hecho un homenaje precioso.

con Ka dijo...

Lo siento mucho.
Es increíble cómo unos seres tan pequeños pueden llenarnos tanto.
Abrazos.

tonicito dijo...

Noema, con Ka, gracias por estar ahí :) A pesar de que la pobrecilla ya era muy mayor y todos teníamos claro que su final estaba cerca, ahora se me hace muy difícil imaginarme entrando en casa de mis padres y que la gatita ya no esté ahí.
¡Un abrazo!
T.

cleira dijo...

Te comprendo muy bien y lo siento mucho. También este ano se ha muerte la perra de mi familia en Espana y la echo mucho de menos. Tampoco me recibirá la próxima vez con el rabo loco y dislocado, será dificil volver y no tenerla más.

Ch dijo...

Hola:
Llego tarde pero no quería dejar de decirte que lo siento.
Un abrazo,
Ch

tonicito dijo...

cleira, yo también siento mucho lo de tu perra. Una vez leí (creo que era Pérez-Reverte) que cada vez que un animal muere el mundo se convierte en un lugar menos noble y menos bueno. Parece un topicazo, pero tenemos tanto que aprender de ellos...

Ch, gracias, nunca es tarde para estar ahí... :)

Un gran abrazo a las dos!
T.

Paco Bernal dijo...

Hola campeón! siento mucho lo de tu gata. Yo no comprendía estas cosas hasta que llegué a Austria, porque nunca tuve gatos antes. Pero es cierto que uno termina viéndolos, como dice un amigo mío, como Katzen-Menschen. Como niños. Tienen su carácter, sus rarezas y sus hábitos, y conocen tu carácter, tus rarezas y tus hábitos. Saben cómo están y te dan afecto cuando lo necesitas. En fin, qué te voy a contar. En fin, de nuevo, lo siento mucho. Cuidaros. Un abrazo fuerte

Anónimo dijo...

Lo siento mucho, Tonicito. Todo lo que recuerdas con tanta ternura lo reconozco cada día en Ciro y me maravilla. No sabes lo triste que me siento por vosotros. Hoy he estado un poco pachucha y Ciro, que nunca se tumba sobre nadie, se ha metido en la cama y se ha pegado como una lapa a mi estómago, adivinando que me dolía. Quien no ha tenido gato, no se imagina lo que es. No puedo darte ninguna palabra de consuelo, porque no hay nada que consuele una pérdida así, pero supongo que pensar todas las cosas que Grisona te dio a cambio de tan poco es como para tener media sonrisa. Un gran abrazo y todo mi cariño.

Iehudit dijo...

ho sento molt Tonicito! comprenc la peneta q deus tenir dins teu... es fan estimar tant els gats!!! de fet són un més de la familia! jo encara l'enyoro... mil petons dolços!

tonicito dijo...

Paco, es verdad, cada gato tiene su carácter y, en muchos sentidos convivir con ellos es como convivir con otra persona: hay que aprender a conocerlo. Grisona era de carácter bastante difícil, pero también tenía su lado dulce, aunque no lo sacara a relucir muy a menudo.

Vega, resulta curioso descubrir comportamientos que creía que eran únicos de Grisona en otros gatos. Claro que estamos tristes por su partida, pero en cierto sentido es el orden natural de las cosas: la pobre tenía ya muy mala salud.

Iehudit, gràcies pels ànims! I tant que es fan estimar, ja ho veuràs amb el teu nou gatet! Em recorda molt a la Grisona quan era petita: el mateix color de pèl, la mateixa mirada trapella, ...

Muchas gracias a todas y todos por estar ahí! :)
Mil abrazos,
T.

Graciela Lalia dijo...

Encontré este blog buscando otras cosas, pero mis ojos se llenaron de lágrimas porque se de estas pérdidas que muchos entienden como "menores" y son realmente pocos a quiénes podemos contarlas.
Llegará el día (la utopia) en que la sensibilidad sea propiedad de todos ... ¿llegará? ... eso espero, por vos y por cada uno que muchas veces no tiene el "valor" de decir lo que siente.
Tu gatita sigue allí, porque está en tu corazón ... y nada puede arrebatarte eso.
¡Gracias por compartir tus sentimientos!

tonicito dijo...

Judith, ¡muchas gracias por tu comentario! Claro que Grisona sigue allí, tan sólo tengo que cerrar los ojos para sentirla... :)