El otoño del ajedrez (*)
En 1959 el saxofonista neoyorquino Sonny Rollins, frustrado por lo que él apreciaba como sus limitaciones musicales, se tomó una pausa para mejorar su técnica, en el que sería el primero y más famoso de sus sabáticos. Dicen que durante este periodo, Rollins se iba a practicar al puente de Williamsburg, para evitar molestar a una vecina de apartamento, en el Lower East Side de Manhattan, que estaba embarazada.
Su álbum de retorno, aparecido al cabo de tres años, se llamó "The Bridge". La mítica estampa del saxofonista sobre un puente, tocando en solitario, su oscura silueta recortada por la Luna, es la de Rollins.
Sonny Rollins - Without a song, del álbum "The Bridge"
Esta noche hemos tenido el privilegio de escuchar a Sonny Rollins en directo. Un auditorio puesto en pie lo ha recibido, antes de decir ni una sola palabra, con un largo y caluroso aplauso. A sus 79 años, el anciano de aspecto frágil, espalda encorvada y dificultoso caminar que ha subido al escenario tan sólo ha necesitado tomar el saxo tenor entre sus gigantescas manos y sacarle un par de notas para dejar claro que nos hallábamos ante una leyenda viva del jazz. Una experiencia difícil de olvidar.
(*) Al menos eso es lo que entendí durante mi primer otoño en Salzburgo. Alguien me habló sobre un interesante festival llamado "Chess Herbst" que tenía lugar en la ciudad. Al principio me imaginé gente jugando partidas de ajedrez por toda la ciudad. Tardé unos minutos en comprender que estaba frente a la pronunciación autóctona de la palabra jazz. Los germanoparlantes tienden a cerrar demasiado las a hasta que suenan como una e (no conocen la schwa y las sutilezas de las distintas vocales neutras) y no son capaces de distinguir el sonido sonoro /dʒ/ (como en job o jazz) del sordo /tʃ/ (como en chop o chess).
2 comentarios:
No conocía a Sonny Rollins. Me ha gustado el corte que has puesto, muy apropiado para las tardes de otoño :)
En cuanto a lo de la pronunciación de tus vecinos, desde que vi al gran Lebowsky empecé a fijarme, sobre todo en las pelis, y me hace una gracia...
con Ka, no te creas, nosotros tampoco lo conocíamos antes de ver el programa del Chess Herbst de este año. Haciendo un poco de YouTube nos gustó mucho, y Marona nos regaló las entradas (ains, este pueblo y sus eventos culturales... si no es caro es que tiene que ser una mierda... :()
El gran Lebowsky... ¡qué gran película! "Bea iss sze moni, Lebowsky? Bea iss sze moonii?" :D
¡Un abrazo!
T.
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