domingo, 11 de octubre de 2009

Die wilde Geschichte vom Wassertrinker (*)

Este post debería haberse titulado el círculo virtuoso del agua, pero en el momento clave me acordé del primer libro en alemán que intenté leer, hace algo más de cinco años, y que he de admitir que me superó.

Llegué a leer dos capítulos de "Die wilde Geschichte vom Wassertrinker", de John Irving, pero cuando pasas más rato buscando palabras en el diccionario que leyendo el libro, terminas dándote por vencido. Es posible que ahora, con la perspectiva de los 5 años aquí, teniendo ya a mis espaldas vallas bastante más altas (Thomas Bernhard, Robert Walser, Erwin Schrödinger, ...), me anime a leerlo, porque tiene buena pinta, me encanta John Irving, y además el libro no es mío. Y aunque probablemente mi amigo K ya haya olvidado que lo tengo yo, así tenemos una excusa para vernos algún día, pronto, para devolvérselo... :)

De lo que quería hablar es de la interesante cadena de consecuencias beneficiosas que tiene el simple hecho de beber agua a menudo. De todos son conocidos los círculos viciosos, pero no hay que olvidar que también existen los llamados círculos virtuosos, una especie de bucles que, cuando se ponen en marcha, se mantienen estables produciendo todo tipo de efectos positivos.

Partamos de la base que es recomendable beber como mínimo 2 litros de agua diarios. Si yo quiero seguir esta recomendación en un día normal en la oficina, digamos que me propongo beber 2 litros de agua fuera de almuerzo y cena, para cumplir con el mínimo fuera de las comidas. Si estoy 8 horas en la oficina, y las matemáticas no me fallan, debo beber 1/4 de litro cada hora. Es decir, he de intentar beber 1 vaso de agua cada media hora.

Die wilde Geschichte vom Wassertrinker

Vamos a ver la cadena de efectos positivos que se pone en marcha al beber ese vaso de agua:

(i) bebemos (más de) 2 litros de agua al día, con todos los beneficios para la salud que ello conlleva

(ii) debemos levantarme de la silla como mínimo dos veces cada hora, para ir a la cocina a llenar el vaso, con lo cual los músculos se desentumecen y los ojos pueden descansar un rato de mirar la pantalla del ordenador (cuando gran parte de nuestra jornada laboral la pasamos frente a un monitor es recomendable enfocar la mirada a un punto lejano de vez en cuando)

(iii) una de las consecuencias más palpables del medio litro de agua por hora es que la frecuencia de visitas al servicio aumenta de forma considerable. Con ello nos aseguramos de hacer trabajar nuestros riñones y vejiga de forma adecuada.

(iv) las muchas visitas al servicio tienen, como en (ii), el mismo efecto positivo para nuestra musculatura y nuestros ojos que las visitas a la cocina

(v) después de ir al servicio, por supuesto, nos lavamos las manos y, si lo hacemos a conciencia, ganamos un importante factor de prevención contra resfriados y gripes. Que, en estos tiempos que corren, no es moco de pavo.

(vi) por último, en un tipo de trabajo como el mío, en el que a menudo debes intentar "subir un poco" para ver los problema desde arriba, en el que muchas veces hay que tener una idea feliz en el momento oportuno para hacerlo todo más fácil (o, simplemente, tratable), cambiar de actividad física (ir a buscar el vaso de agua o estar en el WC) resulta muy útil para, de forma inconsciente, reorganizar los pensamientos y volver a tu lugar sabiendo cuál es el siguiente paso.

Fred Trumper, el protagonista de Die wilde Geschichte vom Wassertrinker, debía beber grandes cantidades de agua a causa de un tracto uro-genital anormalmente angosto.

En mi caso, se trata simplemente de poner en funcionamiento este círculo virtuoso, que se inicia con el simple hecho de beber un vaso de agua.

(*) lit. "la salvaje historia del bebedor de agua", aunque en español el libro se titula "La epopeya del bebedor de agua"

4 comentarios:

Ibán dijo...

La idea del círculo virtuoso es algo que me parece flipante desde hace tiempo. No obstante, la de que beber 2 litros de agua sea bueno, pues tengo mis dudas. No sé, yo no bebo mucho líquido, la verdad (más bien poco)...
Llevo ya bastante tiempo oyendo que lo de los 2 litros de agua es un mito sin ningún fundamento científico. Mira: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/mito/beber/vasos/agua/dia/elpepusoc/20080404elpepusoc_3/Tes
Imagino que habrá estudios a favor y en contra.
No recuerdo cuándo es la primera vez que lo hoy. Básicamente, me convence el argumento que imagino que ha guiado al hombre desde hace miles de años: Tengo sed; bebo.

Te de llimona dijo...

Hola, Toni!

Això del cercle virtuós s'assembla força a l'efecte "papallona", oi?
Jo també tinc els meus dubtes que calgui beure 2 litres d'aigua al dia. Em pregunto si no és un complot d'empreses com Font Vella o Solan de Cabras per vendre més aigua. De totes maneres, no es pot negar que tots els efectes positius que té a la feina: conversar amb algú que et trobes a la cuina o estirar les cames o deixar de fixar la vista a l'ordinador... són ben certs.

Die wilde Geschichte vom Wassertrinker... me l'apunto per quan pugui llegir en alemany!

Viele Grüsse!

Anónimo dijo...

Hola Toni,
sabes que no tiene prisa lo del libro, ni hace falta una "excusa" para vernos.
Casi todos mis libros estan distribuido por todo el mundo (por falta de espacio en casa). Cuando me lo devuelvas, tengo que prestarte otro para no romper el equilibro...
K.
PD. Eine "wilde Geschichte"
es una historia algo dudosa, poco creibile, a veces un poquito pretencioso como el "Seemannsgarn" de los navegantes. Si alguien te cuenta una historia rara que a ti te cuesta creer dices:"Das ist ja eine wilde Geschichte!"

tonicito dijo...

Ibán, a mí lo que me flipa es cómo en ocasiones un pequeño cambio puede tornar un círculo vicioso en un círculo virtuoso.
No sabía que el tema de los dos litros de agua diarios fuera tan controvertido. A mí la verdad es que me va bien beber agua (tal vez no necesito llegar a los 2 litros!), porque antes también era de beber más bien poco y solía tener dolor de cabeza, de ese tonto, en la parte frontal. Y cuando empecé a beber más agua (siguiendo los consejos de Marona, inspirada ésta por Jane Clarke) los dolores de cabeza desaparecieron. Y de vez en cuando, si hay algún día en que vuelvo a tenerlo, siempre es un día en el que, por un motivo u otro, he bebido muy poco.

Te de llimona, sí, potser sí que la causa última que posa en marxa un cercle virtuós es ben insignificant, i en això recorda al famós (i sovint malinterpretat) efecte papallona.
Aquí no tenim problemes amb possibles conspiracions de "Font Vella" o "Solan de Cabras" perquè, dada curiosa i interessant sobre Àustria, l'aigua de l'aixeta és infinitament més bona que qualsevol de les "Vöslauer" o "Römerquelle" que puguis comprar. Paradoxal.

K, ja, du hast Recht: Lieber das Gleichgewicht nicht stören, wir wollen ja nicht, dass die Erde mit umdrehen aufhört! ;) Ich habe trotzdem noch ein paar andere Bücher mit dem "Phaleron"-Siegel, also kein Panik. :D
Danke für den Tipp mit "wild". Ich glaube, eine bessere Übersetzung wäre sicher "La increíble historia del bebedor de agua".
Liebe Grüsse, T.
(Sí, tienes razón: mejor no romper ningún equilibrio, ¡no queremos que la Tierra deje de rotar! ;) Aunque aún tengo algunos otros libros con el sello de "Phaleron", así que no hay peligro. :D
Gracias por el apunte con "wild". Creo que una mejor traducción sería "La increíble historia del bebedor de agua")