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En ocasiones nuestros sentimientos siguen caminos que no acabamos de comprender. A veces nuestra percepción sucede a unos niveles que no somos capaces de hacer conscientes.
¿Por qué hay ciudades que nos parecen frías? ¿Qué es ese algo que, a pesar de todo lo bueno, no te deja sentirte realmente como en casa?
¿Por qué hay otras ciudades que parece que te abracen con su cálido encanto? ¿En qué consiste ese algo que le susurra a tu corazón que esa ciudad podría convertirse fácilmente en tu nuevo hogar?
No lo sé. Tal vez se trata simplemente del color de sus tejados...
3 comentarios:
Es curioso, viendo estas dos fotos he llegado a la conclusión de que, al menos en mi caso, lo que hace que una ciudad me resulte 'cálida', aparte de sus colores, es ese punto de imperfección que le da su carácter. Los tejados de teja tienen esa textura como de escama de pez, que me hacen sentir más segura porque me recuerdan a algo vivo.
Yo es que tengo preferencia por lo orgánico...
Sin duda alguna estoy con Ka, me quedo con la teja, tal vez sea por la textura orgánica o porque con esa luz me han hecho recordar a Londres, donde yo me sentí como en casa incluso antes de llegar. Pero es cierto, no sé por qué será, pero hay sitios que te llaman y otros que simplemente están.
Me gusta mucho vuestra reflexión. Yo también tiendo a lo orgánico, pero nunca me había dado cuenta que las tejas son como escamas de pez! :)
Las tejas me parecen más cálidas porque están hechas de arcilla, y la arcilla tiene ese componente manual, artesanal, primario, ... que le falta a un sobrio tejado de cobre.
Saludetes!
T.
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