domingo, 30 de marzo de 2008

Marcos

En una de mis escenas favoritas de "El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey" los cuatro hobbits están tomando una pinta en la Posada del Dragón Verde. Mientras escuchan las fanfarronadas de Ted Arenas comparten una mirada de comprensión y una sonrisa triste. Ellos, que han liberado la Tierra Media del Caos y la Oscuridad de Sauron, no sólo tienen que aguantar al fulano, sino que no pueden hablar con nadie sobre lo ocurrido, puesto que nadie iba a entenderlo. Se sienten, al igual que los veteranos o los supervivientes de una guerra, distintos, extraños y terriblemente solos. La vida y las gentes de la Comarca no habían cambiado en lo más mínimo, pero ellos sí habían cambiado. Lo que siempre habían tenido por "normal" había dejado de serlo.

La penúltima vez que estuvimos en España sentimos, por primera vez, algo que creo que debe ser bastante común entre la comunidad de expatriados. Todo nos parecía extraño, poco familiar, desconocido. Nos costaba entender lo que hacía la gente. No sentíamos, en suma, un poco "extranjeros". ¿Por qué hablan todos tan alto? ¿Qué hacen? ¿Cómo aguantan esta música tan estridente en todas partes? Todo ello hechos en las que jamás reparamos cuando vivíamos ahí. Porque eran "normales". Pero ya no lo son.

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Después de dos o tres días dejamos de sentirnos así, tan solo necesitamos un pequeño "reajuste". Pero la experiencia me hizo darme cuenta de lo mucho que dependemos de nuestras referencias, de nuestros marcos, y de lo poco conscientes que somos de ello.

Lo que consideramos "normal" es algo tan increíblemente frágil, tan dependiente de nuestras experiencias más recientes, que cambia constantemente y apenas si nos damos cuenta. Nuestros marcos están continuamente evolucionando y no nos enteramos. Es por eso que palabras como "normal", "sentido común", "lógico" o "por supuesto", o argumentaciones que se basan en ellas, pueden ser peligrosas. Porque mis marcos no son necesariamente los mismos que los tuyos, tal vez ni siquiera se parecen. Y es mejor que no nos refiramos a un supuesto marco común que, en la práctica, no tiene por qué existir.

Warte

Para terminar, un poco de música. La suite "Estaciones Porteñas", del compositor argentino Ástor Piazzolla, está formada por cuatro movimientos, uno para cada una de las estaciones, como una especie de contrapunto a "Las Cuatro Estaciones" de Vivaldi en clave de tango. Como éstas, cada uno de los tangos evoca a su correspondiente estación. Para mí, "Verano Porteño" es un tango vital y vibrante como una tormenta de nieve, mientras que "Invierno Porteño" está dominado por una melodía lánguida que me recuerda a las horas interminables de una tarde calurosa. ¿Sólo es por culpa de mis marcos de referencia que me parece que los títulos no cuadran con la música? ¿O será tal vez un guiño de Piazzolla desde el Sur a las estaciones en el hemisferio norte?

Pero voy a callarme ahora para dejar hablar al bandoneón del Gran Ástor.



domingo, 23 de marzo de 2008

El pulgar verde

Debo hacer una confesión. Hace unos cuantos años que formo parte de una célula durmiente de la L.A.D.I.L.L.A. (Liga Anti-Desertización Internacional - Legión Local Austria). El desierto avanza, en nada tenemos al Sáhara a las puertas diciendo hola buenas. Y hay que plantarle cara.

Hay varias teorías al respecto. Los hay que dicen que la última esperanza del Sur y el Levante español son los alcornoques. Del alcornoque se obtiene el corcho que, en su gran mayoría, se utiliza para los tapones de las botellas de vino. Ergo, si queremos frenar al Sáhara, ¡bebamos vino! Pero, ¡ea!, sólo si lleva tapón de corcho.

Según otra corriente de pensamiento, hay que luchar desde la retaguardia, organizando una especie de campamentos para especies autóctonas mediterráneas en lugares de lluvias más abundantes. Hace un tiempo, comiendo una naranja de las de verdad, con sus pepitas, tuve una revelación, y decidí unirme a la lucha silenciosa. Plantamos unas cuantas pepitas y, para nuestra sorpresa, brotaron cuatro tallos diminutos. Ahora han pasado casi seis años y los naranjos, en su adolescencia, nos regalan un pequeño aliento de Mediterráneo desde el alféizar de la ventana.

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Y a propósito de Mediterráneo, nuestro siguiente huésped fue un pino piñonero, que vino con nosotros a Austria en forma de piñón recogido por el tío Valentín cerca del Prat de Llobregat, y al cual despertó a la vida la luz de nuestra nevera (aquí podría decir que son cosas de la estratificación fría, pero para qué engañarnos, tenemos que limpiar más a menudo...). Después de una infancia algo complicada, parece haber cogido el buen camino, a pesar de la poca fe familiar.

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Hoy, aprovechando que he plantado unos bulbos de narciso que adoptamos ayer en el mercado, he pasado toda la mañana organizando actividades para nuestros arbolitos, como buen monitor de campamentos. Otro día hablaré de la sección suculenta de mis campamentos austríacos...

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Algún día, cuando podamos dejar de referirnos a nuestros arbolitos en diminutivo, los llevaremos de vuelta, al frente, pues toda pequeña ayuda es buena en esta lucha tan desigual.

sábado, 22 de marzo de 2008

Luces y Sombras

Lights and Shadows

martes, 11 de marzo de 2008

Mirando al dedo que señala

"Se dice que cuando alguien señala sólo los tontos miran al dedo. A veces, dirigiendo la mirada a la vera del camino, mirando al dedo que señala, podemos ver lo inesperado o simplemente descubrir lo habitual desde un nuevo punto de vista.

Toni Palau (Tarragona, 1975) lleva unos años mirando hacia el dedo que señala en Austria, su país de adopción, a través del objetivo de una cámara."


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Hoy Mateo, de DIVINOTINTO, la única y auténtica bodega española de Salzburgo, ha publicado mi exposición de fotos online. Podéis visitarla aquí, y también visitar mi álbum de flickr aquí. Y, a partir del martes 25 de marzo y durante dos meses, podéis visitarla en directo, acompañados de buen vino y buena conversación.

¡Espero que os gusten! :)

A vueltas con la salchicha...

El otro día, hablando de la salchicha y de sus curiosos usos en expresiones alemanas, me preguntaba sobre el significado de la palabra bledo (como en "me importa un bledo").
Bueno, pues nada como tener lectores atentos y leídos que, rápidamente, no sólo me señalaron que un bledo es una planta, sino que también me consiguieron una foto.



Increíble, ¿verdad? ;)

domingo, 9 de marzo de 2008

Salchicha

Las salchichas son un tema crucial aquí en Centroeuropa. No sólo porque constituyen la piedra angular de la dieta local, sino también porque la palabra alemana para salchicha (bueno, más bien para embutido), Wurst, nos sorprende con curiosos cambios de significado que la han convertido en mi palabra favorita de hoy.

La primera expresión es Jetzt geht's um die Wurst! (lit. "Ahora va sobre la salchicha"), que significa que ahora va en serio, que esta es la definitiva, que no la podemos cagar ahora. La salchicha es el corazón del asunto, el trofeo a conquistar.

La segunda expresión es Es ist mir Wurst! (lit. "Esto me es salchicha"), que significa algo así como "me importa un bledo" (por cierto, ¿alguien sabe qué es un bledo?) o "me importa un comino/pimiento/pepino/..."



Es curioso ver lo parecidos que son los lenguajes cuando los miras desde lejos. Porque "Jetzt geht's um die Wurst" no está lejos de nuestro "Echar toda la carne en el asador", en el que también la carne es la apuesta máxima. ¿Y qué decir de "Es ist mir Wurst"? Pues que desde que aprendimos esta expresión, nuestro vocabulario ha adoptado el "En fin, ¡salchicha!" como nueva expresión deutschañola.

viernes, 7 de marzo de 2008

Hoy se me ha ido un poco la pelota...

...y he hecho esto:



Pues sí, ¡me he comprado otra cámara! :) El precio (99€) era increíble y no me he podido resistir.

Poco después de adoptar a EduDigis (nuestra réflex digital), mi antigua compacta PowerShot A60 pasó trágicamente a mejor vida, y desde entonces había echado de menos una cámara pequeña para llevar a cuestas por los sitios. Luego mis padres me regalaron a Nikonsita (Coolpix S200), y a pesar de ser una buena cámara, resulta que es demasiado estrecha (!!) y nunca me he podido acostumbrar a que sea tan ligera, especialmente después de tener a EduDigis en mis manos.


Mi A60... Sniff...

Ayer vi la oferta en un folleto de propaganda, leí un par de valoraciones en internet y hoy he adoptado a la que espero que sea una digna sucesora de mi muy llorada A60.



¿Estoy un poco p'allá? ¿Necesitamos realmente 3 cámaras? ;)